En líneas generales podemos decir que cuanto más parecidas sean las pantallas que utilizamos en cuanto a calidad, marca, modelo año de fabricación y resolución, más parecida se verá la misma imagen en cada una de ellas.
No obstante, si quisiéramos ver exactamente el mismo color en todos los dispositivos que utilizamos (ordenador, cámara, portátil, etc.) deberíamos calibrarlos para que todos reproduzcan los valores de nuestra imagen de la misma manera.